Ahora, recién recién ahora, podemos afirmar que el grupo de viajantes en su conjunto ha sobrevivido con creces de la intensa actividad geotérmica de la región de Copiapó.
Desde San Pedro de Atacama -último destino chileno- aseguramos nuestra integridad física luego de experimentar dos sucesos sísmicos similares simplemente sinceros solamente.
El primero tuvo lugar en la mañana del martes pasado, rondando las 10. En piezas separadas del Residencial Rodríguez de Copiapó, Santiago Gonella, quien les habla, Federico Cuesta y su tocayo Campos dormían apaciblemente, preparándose para visitar las cercanas playas de Bahía Inglesa. De pronto, los temblores de las camas, paredes y prácticamente cualquier objeto animado o no despertáronnos del sueño.
El mini-terremoto, de aproximadamente 20 segundos de duración, no alcanzó a causar mayor impresión en ninguno, puesto que aún estábamos en estado de somnolencia aguda. Más tarde nos enteraríamos que se había tratado de un temblor que marcó 5,6 en la escala de Juan Ignacio Ritcher.
Como se observa en la imagen superior, tan solo horas después del temblor, aún nos preocupaba hondamente lo que habíamos experimentado.
Se trata de los jacuzzis de Bahía Inglesa, playa ubicada a 6km de Caldera, donde estuvimos dos noches antes de venir hacia San Pedro.
La segunda noche de las mencionadas, encontrábamos haciendo la sobremesa de unos excelsios fideos con tuco preparados por obra y gracia de Federico Cuesta, cuando de repente, la mirada atenta y consternada de S.G. Gonella, nos hizo entender que el temblor de la mesa no era producto de ninguno de nosotros, sino del movimiento de subducción de las placas de Nazca. Poco a poco, el temblor se incrementó para luego disminuir progresivamente, durando todo esto un total de 5 (largos) segundos.
Nuestra proximidad al mar (que rugía cada vez más fuerte) nos hizo considerar la opción de huir en forma desesperada, hasta que una pareja de chilenos nos calmó aludiendo que solo se trataba de un temblor y que no había riesgo de tsunamis. Esto alegro hondamente a Federico Campos, que logró fumarse 32 cigarrillos en tan solo 27 segundos.
Algunos días antes habíamos estado hospedados en el camping de Pisco Elqui, ubicado un Valle del Elqui.
Se trataba de un lugar destinado a la reflexión y la búsqueda del ser interior, un camino hacia la realización personal y la autosuficiencia.
De todas formas, una guitarra, un poco de pisco, y un mega fogón instalado en el centro del lugar lo transformaron en una magna orgía de cuerpos danzantes en estado inconciente.
Como puede verse en la imagen de la izquierda, los chilenos estaban bastante predispuestos, y lo suficientemente alcoholizados como para festejar con los puños al centro indicando "Respect", "Respot", "Spot" u otras exclamaciones que aún no hemos podido decodificar correctamente.
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| Vista desde nuestra carpa |
Por último, pero no por eso menos importante, encontramos este retrato de "Cremita" Gonella, junto a Rodríguez, perro leal y obediente (además de "Buen Tipo", según declaraciones de boxer violeta Campos).
El can fue nuestro amigo fiel durante casi toda la estadía en el Valle, y todos lamentamos profundamente el tener que ingerirlo debido a la falta de comida enlatada. Nuestro mejor recuerdo para él.
Ahora sí, damas, caballeros y seres interplanetarios, hemos finalizado esta entrada, apurados por Marie (dueña del hostel de San Pedro), quien quiere apagar el servicio de Wi Fi.
Va de yapa un interesante cortometraje que enseña como preparar unos ricos ravioles a la Santiago.
