4 personas, 1 solo objetivo

Buenos Aires - Lo que dé , 19 de enero de 2011


26.4.10

Viajero #1

     Esta serie de posts que inaguro con el presente estaba destinada a ver la luz una vez que se produjera el esperado reencuentro con la kombi dando sus primeros pasos, pero por distintos motivos se suceden los aplazos y quiero seguir alimentando al blog.

     Sin más preámbulo paso a comentar lo que se hará en los posts siguientes: ilustrar a aquellos visitantes del sitio acerca de quiénes son los viajantes.

Fotografía tomada durante el saqueo de 2001
Nombre: Federico Martín Cuesta.


Alias: "El Gordo", "Batata", "Hermanito" y otros.


Sexo: Poco frecuente.


DNI: Se desconoce si posee.


Domicilio: Ramón Falcón esquina Culpina. Flores.


Ocupación: Trabajador social, empleado de Mauricio, catador de vinos y asados, futbolista frustrado y gallina arrepentida.


Señas particulares: Estatura media petisa, rechoncho, pelo crespo y ceborreo, leve cojera, aspecto subversivo-tercermundista, pequeño tatuaje en el tobillo izquierdo, se resiste a pronunciar de forma correcta vocablos en inglés.


Motivo por el que viaja: Búsqueda interior. Alejamiento de contradicciones personales y posible intento de fuga.




19.4.10

Haciendo tiempo

Ya que el día de ver el progreso de nuestra amada kombi se nos continúa presentando de la manera más esquiva, me veo en la obligación de volcar cualquier tipo de contenido a este espacio cibernético en pos de fomentar su concreción a largo plazo y lograr una comunión sincera y honesta entre emisores y receptores.

En otras palabras, hay que hacer un poco de bulto en el blog para que no decaiga, ¿vio?


Si se me permite (obvio), aprovecho para comentar algo muy personal que se relaciona con este viaje y que surgió a raíz de una de las tantas conversaciones que he mantenido con Santiago G. (no quiso dar su apellido) sobre este tema que nos compete (sin pete).

Excitados por la cuenta regresiva para concretar "la experiencia", muchas veces hemos dado cuenta de que es "demasiada" la alegría que nos invade, de que es hastá quizá absurdo estusiasmarse de tal manera por algo que a fin de cuentas no deja de ser un simple viaje. Yes ahí donde -creo yo- radica el encanto de todo.

Se trata de forzar límites. Eso.

Como lo veo yo, un viaje se puede realizar de cualquier forma y en cualquier momento. Sin embargo, siempre se parte de un punto anterior (una experiencia ajena, una película, un dato que hemos obtenido sobre determinado lugar o una determinada forma de viajar y conocer). Este viaje es muestra fiel de lo anteriormente expuesto (o exponido).

Más allá de que la forma de viajar que hemos elegido ya haya sido puesta a prueba incansablemente por tantos otros, es inevitable hacerla al mismo tiempo tan personal y exclusiva por cada uno de nosotros.

En mi caso, y volviendo un poco al meollo (o al grano), la hermosura parte de lo más parecido a la libertad que se me puede ocurrir. El solo imaginar las situaciones potenciales me hace sentir tanta alegría como temor y total sentido de vulnerabilidad. El plan del "no plan" hace que todo sea tan encantador como impredecible y nos acerca lo más posible a la idea de "sueño", de utópico o irreal; de ilusionarnos durante el tiempo que dure que es posible vivir de otra manera de la que estamos acostumbrados. De que podemos ser dueños de nuestros destinos aunque más no sea siguiendo el trazo de alguna ruta.

Es desafiar a la rutina, es provocar a nuestros propios pensamientos y nuestras propias convicciones.

Es viajar. Física y mentalmente.

Ojalá muchos quieran hacerlo. Ojalá caigamos todos en la cuenta de que para viajar hay que dar un paso, el resto es inercia.

Hasta entonces,

7.4.10

Orígenes

     Debido a que no hay muchas novedades acerca del viaje por el momento y que tenía ganas de escribir sobre cualquier cosa, creo que es un buen momento para aquellos que se preguntan "¿A quién se le ocurrió esta gilada?", "¿Cómo?", "¿Cuándo?".

     Todo comenzó en algún momento a inicios del pasado año 2009.

     Habiendo terminado de ver "Diarios de Motocicleta" con mi buen amigo Federico Cuesta (quién había regresado hacía poco de un viaje de mochi-cheto al sur de nuestra nación), comenzamos a imaginar lo que sería un viaje de una magnitud comparable a la del comandante Guevara.

     También por esos días, hablando con otro buen amigo mío, el Sr. Santiago Gonella me comentó su plan de recorrer la parte más austral del país con su amigo "Lea", pero en una motocicleta.

     Juntándonos los tres en alguna oportunidad, ideamos un viaje que nos incluyera a todos, aunque con el tiempo nos dimos cuenta de todos los inconvenientes que se desprendían de tener que hacer un viaje de tres personas en dos motos: la hostilidad del clima, las dificultades de comprar las motos, etcétera. Fue entonces cuando surgió la brillante idea de la volkswagen kombi, la simpática mini-van alemana asociada frecuentemente con el movimiento hippie.

     Ni lerdo ni perezoso, otro buen y moreno amigo, el Sr. Federico Campos se interesó inmediatamente en el viaje y fue recibido con los brazos abiertos.

     El resto de 2009 giró en torno a ideas vagas acerca del proyecto, averiguación de kombis en buen estado, contactos con gente del rubro y demás menesteres.

     Al momento de escribir estas líneas el viaje está más en marcha que nunca. No sólo en nuestras mentes, que no quieren esperar un sólo minuto más, sino también en el taller Wolfsburgo, donde nuestra preciada kombi espera su remodelación y puesta a punto.

     Para la semana que viene habrá nuevas fotos, más detalles sobre el viaje y probabilidad de lluvias y chaparrones.


Hasta entonces,

1.4.10

Mapa de ruta


Kilómetros más, kilómetros menos, he aqui la ruta tentativa del viaje a emprender.

Aún quedan por definir algunos caminos, algunos países, algunas cuidades. Pero una cosa es segura: siempre al norte.

Ya estamos en tratativas con el Departamento de Estado para tramitar las visas correspondientes.

Banca Mickey, en un añito vamos a llegar a Disney.

Hasta entonces,