4 personas, 1 solo objetivo

Buenos Aires - Lo que dé , 19 de enero de 2011


20.3.11

Buenos Aires, Capítulo final


           Se acabó.
          
          Del 19 de enero del presente año hasta el último 18 de marzo, Federico Cuesta, Santiago Gonella, Federico Campos y Patricio Torres Díaz estuvieron recorriendo los países de Chile y Bolivia y un cachito de Perú. Nos atrevimos a ver qué carajo pasa por estas latitudes, a conocer nuevos lugares, a disfrutar de una experiencia distinta con amigos entrañables y por qué no, también a descansar de la vida en Buenos Aires.

           Fueron 59 días de viaje, uniendo Buenos Aires con Cuzco. Horas de micro, de caminatas, de charlas, de ciudades, de personas. De extrañar y de ganas de seguir y de volverse. De pensar e imaginar. No podríamos haberlo hecho sin el aguante y el apoyo de toda la gente que nos acompañó antes o durante este último tiempo. Nuestro agradecimiento para todos ellos. Se va a seguir subiendo material al blog mientras sea posible.

          Para terminar, un video final que dice mas o menos lo mismo que esto.

Adiós a todos y gracias en nombre de los otros tres tipazos que hicieron este viaje conmigo.




Hasta la próxima!

15.3.11

52 días de viaje, Machupicchu guachu

Si se mira con atención se ve que la guacha le sonríe a la cámara

    Como todo lo relacionado a Machupicchu tiene, a nivel global, la clásica estampa del casco urbano incaico con el Waynapicchu detrás, decidimos abrir esta nueva entrada con la imagen de este espléndido camélido andino, la llama.

     De todas formas, este último recorrido trazado durante la última semana no comienza precisamente en MP (para no repetir tantas veces "Machupicchu" y hacer que la palabra Machupicchu no suene tan cacofónica la próxima vez que diga Machupicchu), sino que empieza el pasado viernes 11 de marzo a las 7 de la mañana en la ciudad de Cuzco; cuando fuimos recogidos para emprender el arduo viaje hasta el pueblo perdido de los incas.

      El primer día constó de 2 horas de bicicleta y algo más de caminata bajo una copiosa lluvia hasta el pueblo de Santa María. Un garrón, todavía algunas prendas se están secando. Además esa noche tuvo lugar una avasallante invasión de insectos selváticos en la pieza del alojamiento. Dos muy raros, voladores y gigantes, que apodamos "ojotas voladoras" y una inmensa mariposa que abarcaba el tamaño de una revista viva abierta en la página central. Gracias al coraje y la pericia de Federico "el enemigo de los artrópodos" Cuesta, pudimos dormir en relativa calma.

Por ahi iban los Inkas a comprar cigarros, unas birritas o el Olé del lunes
    
    El día siguiente comprendía una férrea prueba de resistencia física (9 horas de caminata). La recompensa era un imponente paisaje del sistema montañoso que lleva a MP y un tramo de la caminata sobre un antiguo camino Inca (imagen superior). Y no sólo eso, esta etapa también sirvió para que Cuesta perfeccionara su veta artística estampando motivos pre incaicos en el insolado rostro de Santiago "Portero Eléctrico" Gonella.

     Al caer el sol, encontrábamosnos en la localidad de Santa Teresa, famosa por sus tartas de maracuyá y la harina de mandioca. Lavamos algo de ropa sucia, que siguió húmeda pero limpia, comimos algo, cenamos y aguardamos la penúltima jornada de travesía antes de acceder al magnánimo centro arqueológico de la república peruana.

     También aprovechamos para manguear un par de cítricos.
     Finalmente, caminando como peregrinos a Luján, para el domingo al atardecer habíamos alcanzado Aguascalientes, que paradójicamente contaba con Aguasfrias en sus baños de hotel.

     Es una semi ciudad ubicada a pies del mismísimo MP, vive pura y exclusivamente del turismo y tiene un río quilombero que hace de dormir una pericia irrealizable.

     Tras comer unas pastas (a las 19.15, nuevo récord de cena), nos dispusimos a descansar para lo que nos esperaba al día siguiente: a las 4 de la matina, comenzábamos a subir al Machu, pichu.

Ahora sí, la foto careta
  Después de algo más de 1 hora de subida, alcanzamos la mal denominada "ciudad perdida". No tiene mucho sentido tratar de describir mediante palabras todo lo que provoca estar ahí. Imponente, maravilloso, impactante... todo queda chico para definir la ciudad y los alrededores. Lo que si puede denominarse como jodidademente cansador es recorrer todo esto. Pero vale la pena con creces.

    En resumen, caminamos aproximadamente 20 horas para llegar al Machu. Más 2 de bicicleta. Más todo lo que caminamos una vez allí (desde las 6 de la mañana hasta las 5 de la tarde).

   Desandamos el camino de vuelta a Aguascalientes, recogimos los trapos sucios que habíamos dejado en el hostell, nos dirigimos a la estación de trenes y esperamos la vuelta. 3 horas más tarde estábamos ya en Oyantaitambo, donde nos esperaba Pedro (de Pedrobus) para llevarnos hasta la Plaza de Armas de Cuzco.
    
     Llegamos, salió un Mc, nos clavamos 4 dobles cuartos de libra (osea 2 libras de carne) y nos fuimos a dormir.

   Al momento de escribir estas líneas, la lluvia es protagonista excluyente. Ni da ir a un museo así, por lo que estamos en nuestras respectivas habitaciones mirando la tele, palmando una siesta, actualizando el blog o sintetizando heroína en uno de los baños.

   Mañana, último día en Cuzco, nos encargaremos de retratar para la posteridad la infinidad de hermosas postales que se ofrecen en cada esquina.

   Para despedirnos, una prueba empírica del encantamiento de animales mediante el arte musical.





10.3.11

3er capítulo, 3er bandera. Cuzco, Perú. Día 47

    

     Desde la Ciudad Imperial de Cuzco, recién instalados en el hostel "Tu Hogar", retomamos la actualización de este espacio erroneamente denominado Amerikombi.

Previously on Amerikombi...


      Bolivia ya es pasado para este periplo socio-antropológico: atrás quedaron Uyuni, Potosí, Sucre, Samaipata, La Higuera, Vallegrande, Cochabamba, La Paz, Oruro y Copacabana. Perú es el nuevo país y Machu Pichu la próxima expedición.

      Abajo, el repaso.



Cochabamba, 28 de febrero

F.M. Cuesta enfrentando, en la plaza central de Cochabamba, al 2° Regimiento de Paracaidistas, que lo busca por el hurto de un pollo frito

            Los dos días pasados en la ciudad de Cochabamba arrojaron las siguientes conclusiones: en primer lugar, es una ciudad bastante fulera, no hay mucho para hacer. En segundo término, los alojamientos son más bien desoladores, aunque baratos y 4 de cada diez llevan el nombre Escobar. No sabemos si por la localidad bonaerense, el narcotraficante colombiano o algún prócer de la historia boliviana. Sin embargo, pudimos comprobar la auténtica hospitalidad cochabambina al acudir a la localidad de Angostura, a 15 minutos del centro urbano.


Oscar Claros, su mujer Yina, su hija Noelia, Johnny, Wilson y todo el clan nos agasajaron largamente durante aquella tarde.

Singani -grapa boliviana-, Cerveza -con sprite- y Fernet fueron las bebidas que decoraron una tarde inolvidable frente al lago de Angostura.

Oscar, el gran anfitrión, nos persuadió para que no nos perdiéramos el carnaval de Oruro, la fiesta más impresionante de Bolivia. El punto era que nosotros ya habíamos sacado pasaje a La Paz, convencidos de que no íbamos a poder conseguir pasaje y hospedaje para dicho evento. Así pues, decidimos viajar a La Paz de todas formas y pasar uno de aquellos días en lo que fue, jodisticamente hablando, lo mejor del viaje.






La Paz - Oruro - La Paz, del 2 al 6 de marzo




Si Oruro fue la mejor joda, La Paz fue el peor bardo. Taxistas y conductores particulares parecen tener por objetivo la mayor muerte de peatones posibles en su haber. La bocina es el idioma oficial y los gritos son el himno nacional. No quisimos pasar mucho tiempo allí, por lo que ni bien llegamos organizamos para ir al Carnaval y luego para Copacabana, ciudad al borde del Lago Titikaka. Para no hacer tan corto este párrafo paceño, diré que nos hospedamos en el Angelo Colonial, que si bien tiene un nombre pintoresco, es una pocilguita. Los sres Gonella y Torres Díaz compartieron una habitación con camas separadas mientras que "Teatro Colón" Cuesta y "Nivel del mar" Campos durmieron bajo el mismo par de sábanas. Sin comentarios sobre esto último.

Carnaval toda la life.
Carnaval toda la tarde del 5 de marzo. No caben demasiadas palabras para describir lo que esta festividad genera en la ciudad de Oruro. De todas partes de Bolivia acuden a él y el país se paraliza durante los primeros días de marzo. Las comparsas son de un nivel increible (disfraz, orquesta, etc). Y además hay gente de todo el mundo. Para dar una idea, imagínese que se instalan gradas en toda la avenida Rivadavia entre La Plata y Nazca. Por allí circulan las comparsas desde las primeras horas del día 5 hasta la madrugada del día siguiente. Los bolivianos se maman hasta la médula y los turistas acompañan. La espuma, las bombuchas y las pistolas de agua son el divertimento preferido y "pegarle un espumazo al gringo" fue un deporte en que nos destacamos con creces. Preguntar por las anécdotas del alfajor y del viejo.

Copacabana e Isla del Sol, del 6 al 8


Urgidos por conocer qué había inspirado a los muchachos de El Símbolo para escribir semejante obra de la música contemporánea argentina, cargamos las mochilas y fuimos a Copacabana para conocer la Isla del Sol.

A 3800 metros sobre el nivel de La Sirenita pudimos conocer el famoso Lago Titikaka. Ni lerdos ni perezosos, aprovechamos la diestra habilidad de nuestro Almirante Campos para navegar las peligrosas aguas de este gran estanque acuífero.


La impactante y vertiginosa travesía náutica nos tomó más de lo pensado, ya que entramos en una "palma", que vendría a ser como la paja del mar. No hay viento, por lo tanto no se puede navegar a vela. Afortunadamente, contábamos con 4 pares de brazos humanos con capacidad de sobra para remar como vikingos del siglo XII.

Dejamos los remos, nos fumamos la vela, comimos, dormimos y cuando esa esfera fogosa emanaba sus primeros rayos de luz volvimos a embarcarnos, pero esta vez rumbo a la Isla del Sol, o en idioma Inca, ILKA QUIKEMA.


Y hasta acá llegamos con el relato: llegamos a la isla, paseamos una hora y pico y volvimos para Copacabana. Al día siguiente nos internamos en tierras peruanas y al aparecer la primera estrella pusimos pie en Cuzco. Al momento de escribir estas lineas nos encontramos en el hostal Tu Hogar, que vendría a ser Nuestro Hogar provisorio, a pesar de que es El Hogar del Dueño, que a su vez debe tener Su Hogar, donde vive con su familia, porque acá no lo vimos. El día de mañana comenzamos una excursion de 4 días que culmina en el célebre Machu Pichu. Volveremos a la ciudad de Cuzco e informaremos sobre las últimas novedades sobre nuestras aventuras en tierras peruanas.

1.3.11

Día 41


    Con esta bella obra pictórica que ilustra el momento en que "Carbono 14" Gonella y "Pretemporada" Campos contemplan los cueros cabelludos de sus compañeros, damos inicio a este nuevo boletín informático.

    Debido a que no se hizo un adecuado relato de los sucesos de los últimos días, empezaremos por relatar la ciudad de Sucre.


Sublime imagen captada por el ojo de F. Campos
     Alojados en un bello hostal de estilo colonial, disfrutamos 2 días y dos noches del gris tiempo de la capital judicial del Estado Plurinacional de Bolivia. No pasa mucho por ahí, bastante aburrido la verdad. Tiene un par de catedrales, museos copados (que lamentablemente no pudieron gozar de nuestra presencia), un toque de gente y no mucho más. Fue desde allí que se planeó la Operación Guevara, esto es, visitar el pueblo de La Higuera y sus alrededores, donde fuera abatido el Comandante argentino-cubano. Empero, para realizar dicha travesía, debíamos hacer escala en el pueblo de Samaipata, para de una vez allí realizar el trecho Vallegrande-La Higuera.

    Vimos dos veces la luna (intrépida metáfora para explicar que pasamos allí dos noches) y partimos rumbo a Vallegrande, contratando los servicios de un remisero que nos cobraba 800 bolivianos por hacer todo el recorrido turístico hasta La Higuera y devolvernos a Vallegrande, de donde sacaríamos pasaje a Cochabamba.

    El paquete contratado constaba de ir a La Higuera, conocer, pasar allí la noche; y volver a Vallegrande visitando sus museos y su iglesia (que tiene un campanario de piedra re alto, el más alto de Bolivia en 1800 algo y a quien carajo le importara eso). Para lamento de nosotros (y de Rosauro, el remisero, que a partir de ahora será mencionado como el 5to viajante), la ruta a La Higuera era un gran charco de barro, por lo que tuvimos que ir el día siguiente.
 


Monumento al Che frente a donde lo fusilaron

    
   3 horas de ida y 3 horas de vuelta fueron necesarias para que pudiésemos estar 56 minutos recorriendo La Higuera, perdiéndonos de hacer la ruta por la Quebrada del Churo (lugar donde los guerrilleros habían sido emboscados).

   Debíamos estar en Vallegrande a las 18 del Sábado 26 para ir a Cochabamba, en un viaje que demoraba 11 horas para cubrir 370 kilómetros. Llegamos el.... Lunes 28 a la 1 de la mañana. Estuvimos casi un día demorados en la ruta a causa del deplorable estado del "camino".

  Afortunadamente no hubo que lamentar principios de canibalismo o antropofagia en ninguna de sus facetas, ya que contábamos con medio litro de agua, 3 maná de vainilla rellenas, un paquete de galletitas X y alrededor de 60 frutillas que compramos a una vendedora oportunista que se apareció en las inmediaciones del embotellamiento.

     A partir de ahora, el itinerario comprende las siguientes ciudades: La Paz - Copacabana - Cuzco - Lima.
No hay hasta el momento otros objetivos fijados (uno de los integrantes definió a Ecuador como "una yapa) y ya comienzan a discutirse los distintos aspectos de la operación retorno.

¿Volveremos todos a la vez?

¿Uno por uno?

¿Dos y dos?

¿Cuándo?

¿Cómo?

¿Por qué Sibarita es tan rica?

Todo esto y algunas cosas más -si no nos tapa el agua-, en la próxima edición de "Perdidos en La Paz".

24.2.11

Novedades express

Samaipata, 24  de febrero

       A raiz de la pobre infraestructura cibernetica con la que cuenta la mayor parte de Bolivia (a tal punto que hasta el teclado esta desconfigurado y no encuentro las tildes),  se hace en extremo difîcil mantener actualizado el presente sitio, por lo que se ponderan unicamente las novedades y se margina cualquier tipo de material video-fotografico (se viene un posteo de ineditos cuando la conexion lo permita).

       Actualmente en Samaipata, un pueblo a mitad de camino entre Sucre y Santa Cruz, nos disponemos en el dia de mañana a realizar la denominada Ruta del Che, es decir el camino por el que anduvo el celebre comandante argentino en su intento de crear un foco guerrillero para posteriormente encontrarse con Ricardo Masseti, cuyo cuerpo aun se encuentra desaparecido en algun lugar del Chaco boreal . Dicha travesia ocupara dos de nuestros preciados dias, y una vez en Valle Grande -punto medio entre Samaipata y La Higuera-, partiremos rumbo hacia Cochabamba, para luego trazar un periplo cosmico surcando el hemisferio occidental boliviano recorriendo Oruro y La Paz.

       Finalmente cerraemos este bello capitulo altiplanico visitando Copacabana y la Isla del Sol (si, como la cancion) en el Lago Titicaca.

       A partir de ese momento se dara inicio al punto de inflexion mas importante desde el comienzo del viaje, el capitulo numero tres, La venganza de Atahualpa.



 EN EL PROXIMO CAPITULO DE AMERIKOMBI....


Volvera a crecer pelo en el craneo del Niño Oruga?
Aguantara la mayonesa?     
El Niño Gringo seguira leyendo Rayuela?
Se acabara el papel higienico?

Todo esto y mucho mas, en el proximo capitulo.

19.2.11

Día XXX, 2da Bandera, Capítulo 2: Bolivia

Uyuni, 17 de febrero de 2011


      Arribamos a tierras bolivianas el pasado miércoles por la tarde, luego de un viaje absolutamente infernal que duró alrededor de 11 horas, entre Calama y la ciudad de Uyuni.

      Además de tener el salar (dícese de vasto terreno constituido únicamente por cloruro de sodio) más grande del mundo, Uyuni no tiene mucho que ofrecer; por lo que decidimos visitar el salar e irnos bien a la mierda lo antes posible.

Está re salado el Salar vieja
       El Salar es importante no sólo por su atractivo turístico sino también porque toda la población vive de la extracción, el procesamiento, envasado y la posterior comercialización de la sal. Las distintas familias pagan una cuota anual o mensual para conseguir su propio terreno de explotación y pueden llegar a envasar 5.000 kg por día.

       Podríamos hablar de esto muchos renglones más pero resultaría agotador para todos. Para más información sobre este apasionante mecanismo comercial diríjanse a www.quecarajomeimportalasal.bol/yocomprocelusal.

       Como decíamos al comienzo de este fabuloso relato bloguero, Uyuni es un pueblucho más bien muerto, por lo que al atardecer del mismo día en que visitamos el génesis de todo salero nos embarcamos en un micro que no cumplía la más mínima norma técnica rumbo a Potosí.



Potosí, 18 de febrero


Vista desde el hostel de la ciudad de Poto-yeah!
        El arribo a Potosí (que en qechua significa región positiva) prodújose rondando la primera hora del décimo octavo día del segundo mes del bimilésimo onceavo año de la presente era.

       Desde el primer momento supimos que nos encontrábamos en una ciudad y no en un pueblucho de mala muerte como era Uyuni (sin ánimos de ofender a ningún uyuninense). Hubo algunos percances en la ruta, debido principalmente al estado calamitoso de las rutas que comunican las distintas poblaciones de Bolivia. La fascinante pericia de nuestro chófer permitió que llegáramos a destino sanos y salvos aunque demasiado fatigados por tanto traqueteo.

       Ya en Uyuni habíamos abonado la estadía en la ciudad que supo ser fuente de ingresos para la España del siglo XVI, y además habíamos pagado para visitar las minas cooperativas que aquí funcionan. Próxima diapositiva por favor.

Village People Potosinos
En la foto no se ve, pero tiene alta chota el diablo.
     Las minas de Potosí son el gran atractivo de la zona (para aquellos que no laburan dentro de éstas, claro está). El contingente viajero en su totalidad se sumergió en las profundidades del cerro para conocer los pormenores y pormayores de esta insalubre actividad, a excepción de "Prefiero la humedad antes que la altura" Campos, quien optó por esperar pacientemente a las puertas de la mina.

      En la fotografía adyacente puede observarse la figura del Tío, escoltada por "Sms" Cuesta, "Mapache" Gonella y "Extraño la comida de mami" Díaz. Esta escultura representa a nadie más ni nadie menos que el Diablo, y es ante él que rinden tributo todos los trabajadores de la mina, ofreciéndole alcohol, cigarrillos y hojas de coca. ¿Qué loco, no? Hay una explicación más profunda sobre esta figura pero el masticar semejante cantidad de coca hizo que perdiéramos algunas capacidades cognitivas.

      Hoy es día de carnaval en Potosí, pero estamos demasiado estúpidos por la altura, por lo que estamos en el hostel Koala Den (por qué un koala y no una llama, no?), rascándonos bien las bolas. Mañana partiremos hacia la ciudad de Sucre para continuar este maravilloso periplo por tierras altiplanas.

      De regalo, un poster a todo color con tus idolos del viaje!

Se ve oscura, pero no hay photoshop

   Hasta Sucre, si Evo quiere.